Page 334 - Escritos de ayer y hoy
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jovencitos, y unos cubanos –porque en esa época ya se había dado la in-
               filtración  por  Machurucuto  del  año  67–  no  querían  comer.  Nosotros
               agarramos y matamos los tres burros, les sacamos la carne y la aliñamos
               bien y la metimos en unas latas y después en un caldero; echamos ese
               bistec y eso era extraordinario, todo el mundo se comió los burros, el
               hambre no tiene escrúpulos. Lo más difícil es pasar sed y hambre.

               YVL: —¿Qué es lo que más le gusta hacer?


                FSR: —A mí me gusta hacer de todo. Especialmente la lucha política
               y mi mujer –se refiere a su compañera, que se recrea sentada en el mueble
               escuchándolo– como esta que está aquí. En mi alimentación soy muy
               humilde: la arepa –soy de la cultura del maíz–, la caraota, el queso y el
               guarapo de papelón; la comida criolla. Asegura que nunca le ha dolido la
               cabeza: “farmaceutas y médicos se mueren conmigo porque yo nunca he
               pasado por eso”.


               YVL: —¿Cómo se organiza un día en la vida de Fernando?

                FSR: —Yo trato de que me quede tiempo para todo. Cuando uno no
               tiene tiempo es porque ha trabajado mal. Admiro a Mao Tse-Tung, que
               no fue cualquier cosa. Mao desarrolló una guerra de más de un cuarto de
               siglo y después estuvo largo tiempo echando las bases de la República
               Popular China, y él decía en un folletico sobre el papel del comité de
               base, que toda organización tiene dos tipos de tareas: las ideológico-po-
               líticas, para esclarecer y apreciar la situación; y las administrativas-orga-
               nizativas, para sintetizar los planes de acción, de modo que esto ayuda a
               no caer en el tareísmo. Indicó el activista que actualmente está dedicado
               a la formación político-ideológica de la generación de relevo, “he dado
               más de cien cursos sobre la Constitución y la cuestión del Programa”.
               Agrega que todo se puede hacer de manera programada tal
            y como lo hace el presidente Chávez, que tiene tiempo para
            el estudio, la familia y para el pueblo; “al que no le alcance el
            tiempo está trabajando más que Chávez”.
               YVL: —Toda lucha política tiene una fuente de inspiración,
            ¿cuál fue la suya?

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