Page 326 - Escritos de ayer y hoy

sus hombres, mujeres y niños, que valió la pena el titánico es-
fuerzo realizado durante años de lucha.
La historia señala a Fernando como activista de izquierda,
respetuoso de la espiritualidad popular, de quienes comparten
el cristianismo. El trabajo voluntario en Catia y su activismo
en el 23 de Enero y parte de San Juan caracterizan su militan-
cia e identificación con las necesidades del pueblo caraqueño.
Cuando entra en combate es hasta el final y no concibe la vida
sin organización política y sin un debate entre iguales.
Desde sus estudios de bachillerato ya le florecía su con-
ciencia política. Inspirado en la Revolución cubana y en el
Manifiesto del Partido Comunista de Carlos Marx, subió a las
montañas de El Bachiller –en los estados Guárico y Miranda–
como soldado raso y llegó a ser el último jefe del Frente
Guerrillero Ezequiel Zamora, movimiento político-militar de
la época, bajo el seudónimo de comandante “Ramírez”. Fue así
como coloquialmente aprendió a “echar plomo” y a “resistir es-
toicamente”, que en términos políticos era la gran confronta-
ción entre dos ideas del mundo.
Muchos de sus compañeros de lucha se quedaron en el ca-
mino, desaparecidos y asesinados; otros con la vergüenza en-
cima de la delación, pero este guerrillero cargó la bandera de
un nuevo horizonte cuyos rayos se asoman en el amanecer de
la América toda: la Patria Grande.
Para conocer la vida de este veterano de la guerra de guerri-
llas de los años 60 fue convenida una convocatoria por algunos
de sus camaradas, la misión era encontrarlo. Era necesario es-
tar con antelación a la cita; correr en una Caracas solitaria por
el asueto de la Semana Santa para subir en un transporte inter-
urbano y llegar al lugar convenido horas antes, era la misión.
Allí estaba, en una populosa avenida de la ciudad, junto con
Mercedes; vestido con una camisa roja que lo dibuja como
una persona con la misma energía, vitalidad y fuerza con que

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