Page 159 - Escritos de ayer y hoy
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que posibilita el avance de las organizaciones populares y re-
volucionarias que se dispongan a enfrentar y superar el conser-
vadurismo, e ir al encuentro del descontento y el sentimiento
popular, sin estrechez de mira.
Estos elementos positivos, sin embargo, no nos deben con-
ducir a colocar esta corriente militar como “la nueva vanguar-
dia”, desarrollando a su alrededor una promoción apologética.
Si algo debemos tomar como elección de la historia latinoa-
mericana, es que los militares no han constituido vanguardia
dirigente capaz de desarrollar procesos de reorganización y
transformación democrática profunda de nuestras sociedades.
Por otra parte, debemos reafirmar nuestra convicción según
la cual es de la organización del pueblo, de la clase obrera, de
todos los explotados y oprimidos, de donde puede insurgir
una auténtica dirección política revolucionaria de conducción
y transformación. Los militares nacionalistas y bolivarianos
constituyen un sector importante del pueblo oprimido, de-
biendo formar parte del movimiento de masas que impulsa
y dirige la lucha por la liberación y la democracia, y contra
los gobiernos entreguistas, las corporaciones transnacionales
desnacionalizadoras y su gran aliado, el imperialismo nortea-
mericano. Ratificamos entonces nuestra convicción revolucio-
naria de “solo el pueblo salva al pueblo”; solo apoyándose en su
fuerza política organizada, el pueblo puede construir su pro-
pia liberación, por lo tanto, rechazábamos la concepción de las
“vanguardias” como “élites salvadoras”.
¡Cuidado! La burguesía busca “cambios gatopardianos” para
que todo siga igual.
Frente a la crisis, diversos sectores de la burguesía, te-
niendo clara conciencia de la profundidad y significación de
la misma, han tratado de convertirla en un remozamiento del
sistema bajo el dominio fundamental de los mismos intereses;
en otras palabras, tratan de escamotear de los bolivarianos al
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