Page 160 - Escritos de ayer y hoy
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movimiento popular y convertir la profundización de la crisis
            abierta el 4F en catapulta para el desarrollo de la política “neo-
            liberal”, sin la distorsión que representa el clientelismo, la co-
            rrupción galopante y los “rezagos” del populismo bipartidista, y
            principalmente adeco. Esta es la posición que representa, me-
            jor que ningún otro, Arturo Uslar Pietri, y de la cual participan
            en sus elementos más generales –por cuanto asumen críticas al
            paquete neoliberal– Rafael Caldera y Ramón Escovar Salom,
            entre otros.
               Algunas propuestas formuladas por estas tendencias y que
            vienen siendo respaldadas por buena parte de la población: la
            renuncia de CAP, la dimisión de la Corte Suprema de Justicia,
            la reforma de la Constitución y convocatoria a una asamblea
            constituyente. Sin embargo, aunque estos son hechos de una
            gran significación política, no constituyen en sí una salida po-
            pular y patriótica a la crisis. No significa que del proceso emer-
            gerá una democracia popular y bolivariana para las mayorías;
            todo dependerá de cuáles intereses predominen en el proceso
            de desarrollo en el cual, luego del 4F, los partidarios del remo-
            zamiento del sistema y de su contenido social luchan por tomar
            la iniciativa, y algunos de sus principales dirigentes –Uslar y
            Caldera, principalmente– aparecen como máxima representa-
            ción del descontento popular y los beneficiarios más inmedia-
            tos de la profundización de la crisis catalizada por “el golpe”.
               Perfectamente  pudiera  ocurrir  que CAP  fuera  obligado  a
            renunciar y/o que se convocara una asamblea constituyente, y
            que de allí emergiera un gobierno menos corrupto pero más
            reaccionario que la democracia oligárquica que existe. De allí
            que debemos alertar al pueblo venezolano y llamar a la acción
            al conjunto de las diversas agrupaciones populares y revolucio-
            narias dispuestas a luchar por una posición autónoma, que
            encarne los intereses populares a la crisis.



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