Page 117 - El Reportaje, el ensayo
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El reportaje, el ensayo
                              qp Earle Herrera
               Nació con el nacimiento de un año y murió con el nacimiento de
             otro. Fue un hombre de amaneceres, aunque haya crecido y se formara
             en los momentos más oscuros de la patria: nunca esa oscuridad de las
             largas noches dictatoriales eclipsaron su visión para vislumbrar el por-
             venir, iluminar caminos con su inteligencia y compren der a Venezuela.
             Comprender no en un sentido o connotación paternalista sino por vía
             de la inteligencia, el raciocinio y el estudio afanoso de la historia.
               Comprensión de Venezuela es el significativo título del libro que nos
             ocupa, conjunto de ensayos que dice de su permanente búsqueda de la
             luz, de un país nuevo, de cristalización de la esperanza. No por designios
             zodiacales; no por la coincidencia de nacer y morir con el despuntar de
             nuevos años, siempre en enero, sino por el cultivo de la inteligencia y la
             razón, el estudio y la enseñanza, fue un hombre del amanecer.




             molestias de un escritor
             Editado en 1949 por el Ministerio de Educación, Comprensión de Venezue-
             la apareció posteriormente forman do parte del libro Suma de Venezuela.
             Una edición más reciente fue publicada en la Colección El Dorado de
             Monte Ávila Editores, con prólogo de Guillermo Sucre. Esta iniciativa
             editorial es plausible pero aislada, pues difícil mente se consiguen en
             las librerías las obras del destacado escritor. Con esta edición popular
             muchos jóvenes pueden tender su mano para presentársele y conocerlo,
             pero no todos los que debieran conocerlo y estudiarlo.
               A veces, caminando por las aceras de El Silencio, se nos puede
             enredar en los pies algún libro –Viaje al amanecer, Regreso de tres mundos–
             del insigne merideño. Así anda, por los remates de libros y por ahí lo
             hemos buscado. Pero este detalle acaso no ofenda al maestro y por el
             contrario lo alegre y enaltezca, pues los sitios más humildes son los
             que necesitan de más luz, según su propio pensamiento. Mas el olvido
             oficial de este escritor no es para enaltecer a tantos ministerios e ins-
             titutos que deberían propagar el patrimonio cultural del país: ministe-
             rios de educación, para la cultura, de la inteligencia, de la juventud,
             Consejo Nacional de Cultura, etcétera.

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                z colección warisata
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