Page 72 - El cantar del Catatumbo

ORINOCO

Este es el delta de la luz, de la selva encandilada por su
propia doncellez, entregándose al mar en ese río, para
que la mar le beba todo el espejismo.
Para llegar a la boca del Orinoco arribo a Puerto
Ordaz un escombrado braserío de luces y vapor, donde
alzan las fábricas procesadoras de hierro y aluminio.
Desde allí iniciaré una travesía que comenzó gracias
a una idea de Ramón Medero, director del Centro
Nacional del Libro, quien me propuso reunir, a partir
de esta primera experiencia, las crónicas de mis viajes
por la geografía venezolana.
Rumbo a Tucupita se extiende un llano donde vagan
los venados y se oculta el cachicamo (el quirquincho,
para nosotros los argentinos). Cruzamos el puente
Orinoquia, una obra monumental que inauguraron
Lula y Chávez y que permite facilitar las comunicaciones

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