Page 101 - De mi propia mano
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persecución de la corbeta “alejandro”, robada en Guayaquil, y ahora
mismo marchaban a reunirse a su cuerpo.
el enemigo no ha presentado más de 700 infantes y 500 caballos.
habrá perdido sobre 250 hombres. Nuestra fuerza consistía en 900 infan-
tes más que menos, y 70 caballos; en los primeros se comprendían, como
he dicho, más de 200 de los prisioneros en yaguachi. habremos perdido
cerca de 300 muertos y heridos, y deben quedar por supuesto al enemigo
sobre 500 prisioneros. el comandante Gola ha sido muerto heroicamente
en una carga contra la caballería. el comandante Mackintosh, el capitán
Parmer, el capitán Requena, los tenientes cuadra, Pombo y castellano,
el subteniente baradien y el subteniente curagua, fueron heridos; no sé
qué otros oficiales hayan muerto o herido después de la derrota.
Nuestra fuerza estaba tan disminuida porque la deserción en el ba-
tallón Guayaquil y del escuadrón era espantosa. en nuestros batallones
no faltaba, pero las enfermedades fueron tantas, que tenemos más de
400 colombianos en los hospitales de Guayaquil, de los cuales 140 son ya
convalecientes.
el comandante illingrot debía forzar la miserable guarnición de Quito
(contando con la buena disposición que se decía del pueblo) al amanecer
el día 13 y no sé lo que haya obrado, aunque le participé nuestra desgracia
casi desde el campo de batalla, mandándolo retirar; pero como ignoro las
ventajas que el general torres haya obtenido sobre Pasto, y las de illingrot
sobre Quito, no sé lo que éste haya resuelto. Él tiene retirada por aquí; y
para esmeraldas o barbacoas en cualesquiera caso apurado.
el cuerpo que destiné a cuenca lo he mandado retirar, porque aun
cuando ocuparan la ciudad, como creo, puede ser echado fácilmente des-
pués de nuestra derrota, y como no sé en qué estado se halla la invasión
a Pasto, he pensado que lo más importante es conservar a Guayaquil,
expuesto ahora a ser invadido.
yo deseo, excmo. señor, que mi conducta sea sometida a un consejo
de Guerra, porque realmente el suceso del 12 manifiesta el resultado de
una campaña tan mal dirigida cuanto no hubiera podido hacerla un bisoño;
pero como hasta aquel día y en el combate mismo mis disposiciones me
justifican, yo quiero el escudo de la justicia para conservar mi reputación.
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