Page 106 - De mi propia mano
P. 106

Panamá es débil por esta parte: tiene puntos de fáciles desembarques:
                 algunos pueblos que son provistos, respecto a la escasez general de allí,
                 y pueblos muy patriotas, inclusa la capital, que desesperan por un apo-
                 yo para trabajar por la libertad de su país. la importancia de ocupar el
                 istmo V.e. la sabe; y creo que Quito valdrá nada en comparación de ello;
                 particularmente si se considera la situación local de este departamento,
                 respecto al Perú. el gobierno de Guayaquil creo que se prestaría gustoso
                 a cualquier sacrificio, con tal que la expedición tuviese un carácter de
                 respeto, y que diese probabilidad del suceso, para que a fines de mayo
                 estuviésemos de vuelta, y nada perdiéramos en su seguridad, y en nuestras
                 miras sobre Quito.
                    considere V.e. el pensamiento y si fuere aceptable dispondrá sus órde-
                 nes para ejecutarlo. en todo caso, era menester saber la tropa que viniera
                 del cauca, o la que debiéramos tomar en cascajal para llevar preparados
                 los transportes, y las raciones necesarias, y ajustar luego el día, en que por
                 una combinación, debía dicha tropa llegar a buenaventura, porque más
                 vale navegar seis días, que estar en el puerto tres, porque allí se enferma
                 mucho la tropa.
                    yo me procuraría en Guayaquil mil fusiles para levantar tropas en
                 Panamá; y como tengo gente de muy prácticos conocimientos en aquel
                 país, obtendríamos sin duda muchas ventajas en todos sentidos.
                    V.e. sabe que nada se hace en la guerra sin dinero; particularmente en
                 países en que nunca han visto la revolución. Por tanto de resolver el proyecto,
                 es preciso preparar algún fondo, con qué llevarlo al cabo, calculando que
                 en Panamá no faltarían caudales, que retribuyesen muy abundantemente
                 los sacrificios.
                    como estamos a fines de octubre, he creído que es tiempo de indicar
                 a V.e. esta idea, para que resuelva qué hacemos, si nos coge el invierno,
                 porque es una pena mortal estar cinco meses en la inacción más apática.
                    Debo también decir a V.e. que resuelta la operación, y caso que esta
                 provincia no esté incorporada aún a colombia, es menester dejar aquí
                 200 colombianos y un jefe de mucha prudencia, política y firmeza, que
                 mantenga aquí la opinión en favor de la República, y contrarreste las in-
                 trigas de los afectos al Perú, que no pierden un momento en los medios


                                           De Mi PRoPia MaNo
                                                68






       De mi propia 6 Arabigo.indd   68                                      12/11/2009   09:30:27 a.m.
   101   102   103   104   105   106   107   108   109   110   111