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Miguel Mazzeo - Marx populi
ser leído y considerado por separado, como aportes específ cos que permiten
revisitar al marxismo desde distintos ángulos o acontecimientos. La cantidad
y diversidad de temas abordados invita a una lectura libre y descontractu-
rada. Son textos relativamente breves que pueden ser leídos según el orden –o
desorden– que cada quien elija:
1. Marxismo para náufragos. Algunos creen que el marxismo es una
doctrina infalible y todopoderosa que guía el progreso de la humanidad
hacia el comunismo. En las antípodas de semejante optimismo bobo, Miguel
advierte que venimos “de una derrota y un naufragio sin atenuantes y en toda
la línea”. Para salir del brete, agrega: “no conf amos en los buenos of cios de
ninguna necesidad histórica. Por eso mismo también consideramos que lo
que es puede ser de otra manera. Que es posible y necesario ‘tomar el cielo
por asalto’”. Debemos repensar un marxismo con y desde la praxis revolucio-
naria de los de abajo.
2. Efemérides marxistas” o el marxismo como problema hace una crítica
descarnada de las limitaciones de la izquierda y la impotencia de su marxismo.
3. Los mil y un marxismos hace un examen de la diáspora marxista desde una
perspectiva que reivindica la fundante relevancia de la praxis.
4. La idea de necesidad histórica y otras asperezas similares discute las incrus-
taciones deterministas (yo diría predeterministas) y eurocéntricas en un
marxismo tradicional o tradicionalista que, con ello, queda enredado en las
ilusiones ideológicas de la Modernidad y el Progreso.
5. Tensiones. Releer el marxismo desde Marx continúa en cierto sentido el
capítulo anterior, e indica la parte de responsabilidad que a Marx le corres-
ponde en los indicados tropiezos, así como la conveniencia de volver a leerlo
con atención para encontrar correctivos.
6. Marx y Felipe Varela. A 150 años de El Capital y de la batalla del Pozo de
Vargas. A partir de un episodio f ccional, se discuten las tensiones entre ciencia
y ética, trabajo analítico y praxis revolucionaria, necesidad histórica y conf anza
en la autoactividad de explotados y oprimidos.
7. Desgarros y contradicciones. En este punto se vuelve sobre la contradic-
ción co-constitutiva del marxismo (entre perspectiva teleológica y perspectiva
relacional o situacional), se examinan los constructos ideológicos que la “orto-
doxia” denominó materialismo histórico y materialismo dialéctico, y se rescata
la fecundidad del marxismo para una praxis descolonizadora, antipatriarcal,
ecológica, etc.
8. Elogio de la anormalidad reivindica el carácter disruptivo del marxismo
periférico y específ camente de Nuestra América, para concluir reivindicando
al marxismo como una antif losofía histórica y dialéctica.
9. Sobre los modos de implantación del marxismo explicita el valor y la
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