Page 822 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
P. 822

820   Omar HurtadO rayugsen



                 que habían dejado atrás en lo alto de Pisba tiempo para reclutar
                 hombres nuevos en aquellos valles lozaneantes; pero no demasia-
                 do tiempo para evitar que las fuerzas mayores que el virrey Sáma-
                                                                        45
                 no tenía en Bogotá pudieran acudir a reforzar las de Barreiro .
               Por eso el Libertador no se concedió demasiado tiempo, lo que hizo
             que, en muy pocos días, desplegando un enfervorizado y contagiante
             entusiasmo, lograra crear un instrumento de combate capaz de obtener
             una aplastante victoria sobre los nutridos y bien equipados ejércitos
             realistas que el comandante de la locación le opuso. Un connotado es-

             tudioso de estos alucinantes días nos los describe:
                   En tres días hace montar la caballería, la arma, reúne el parque
                 y restablece el ejército, por todas partes dirige partidas contra
                 el enemigo, pone en efervescencia a los pueblos, amaga atacar
                 en todas direcciones y el once julio presenta la primera batalla
                 en Gámeza, a los primeros cuatro días de llegados esos cuasi
                 cadáveres; en realidad lo que había pasado la cordillera era la
                 voluntad hierro del Libertador, sus oficiales y sus hombres, más
                                     46
                 que un simple ejército .
               La sorpresa de los realistas fue inocultable. Los patriotas habían pene-
             trado en los valles del Sogamoso, por donde menos los esperaban. Tal
             confusión estuvo entre las previsiones del Libertador, cuando tomó su
             decisión referente al camino que seguirían. En efecto, durante la etapa de

             preparación, estuvo considerando las tres posibilidades paras trasmontar
             la cordillera: la de la Salina de Chita, largamente acariciada porque era
             la menos larga, pero que fue descartada al constatar que, también, era
             la más custodiada, la de Labranza Grande, que resultó inconveniente
             porque conectaba con el Cuartel General de los monárquicos, y la del


             [45]_ Frank, Waldo (1956). Nacimiento de un mundo, p. 248.
             [46]_ Rumazo G., Alfonso. (1959. Bolívar, p. 231.
   817   818   819   820   821   822   823   824   825   826   827