Page 441 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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Los excesos que empezaron a cometer las fuerzas realistas contra la
población les fueron restando el apoyo que al comienzo estos habían ga-
nado. Excesos que iban desde la insolencia, el hostigamiento, la descon-
fianza hacia la población (criollos, mestizos, pardos), la alta tributación
impuesta y cuando no el robo, fueron socavando, según Rebecca Earle,
el apoyo que al comienzo de la reconquista el ejército realista obtuvo, al
punto de que algunos neogranadinos empezaron a apoyar y a colaborar
con los insurgentes.
Segunda fase independentista, 1819-1830: el proyecto grancolombiano
El papel de la Iglesia católica, en esta fase, fue defender la causa realista
y por ende al comienzo no estuvo de acuerdo con los proyectos eman-
cipatorios de las colonias hispanoamericanas. Por tanto, la Iglesia y los
clérigos partidarios de la Corona realizaban discursos en contra de las
nacientes repúblicas. Sin embargo, aunque la Iglesia no estuviera de
acuerdo, hubo clérigos (del orden jerárquico medio y bajo) que defen-
dieron la causa republicana, también de manera radical, como lo señala
Hermes Tovar en su artículo “Problemas de la transición del Estado
colonial al Estado nacional (1810-1850)”, la “Oratoria Sagrada” del
cura de Bucaramanga:
Hombres desnaturalizados: decidme (…) [qué] fue [lo] pri-
mero que os dieron esos aventureros por haber contribuido con
vuestras acusaciones a la ruina total de tantas familias? Con
vosotros hablo los [que] os llamáis realistas…hombres débiles,
vosotros debéis sufrir el azote del español por la traición que
hacéis a vuestra patria. Mujeres hipócritas, engañadas y seduc-
toras: // vosotras que habéis dicho que no habiendo rey, no hay
religión, y que solo los españoles son los sectarios del cristianis-
mo. Desengañaos en estos momentos, y si continuáis en vues-
tra credulidad, abandonad este territorio que tan indignamente