Page 438 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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436 Carlos FranCo Gil
Los dos proyectos independentistas trataron de resolver sus diferen-
cias por la vía política, en dos Congresos generales del Reino, pero estos
fueron fallidos. De tal manera que, la resolución finalmente se haría
por la vía armada. En 1813, el Congreso de la Provincias Unidas, tras
haber derrotado algunos intentos militares de Cundinamarca, impulsó
una campaña para derrotar a Cundinamarca en Santafé. Sin embargo,
su campaña militar terminó en derrota y las Provincias Unidas se vieron
obligadas a entrar en negociaciones con Cundinamarca. En tales nego-
ciaciones se acordó el reconocimiento de las dos entidades políticas y
que estas “seguirían existiendo de modo independiente: de un lado, el
«supremo Gobierno del Estado de Cundinamarca», y del otro, el «Soberano
Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada»” (Martínez, A.,
2005: 78). De tal manera que, los dos proyectos en lugar de debilitarse
se fortalecieron y además terminaron por reconocerse mutuamente.
Es así como cada uno de estos proyectos hegemónicos organizó sus
aparatos estatales. Para ello reafirmaron su organización en actas, leyes y
constituciones políticas, que establecían como debían de ser los pactos,
las formas de gobierno y la manera en que se organizarían las tres ramas
del poder: ejecutivo, legislativo y judicial.
La coexistencia pacífica de los dos proyectos hegemónicos no duraría
mucho, pues, por un lado, el peligro monárquico apareció; y por otro,
el enfrentamiento interno aún continuaba. Finalmente, en 1814 las
Provincias Unidas sometieron a Cundinamarca, y se empezó a preparar
el enfrentamiento contra el ahora sí enemigo externo; pero las constan-
tes luchas intestinas habían debilitado social, económica y militarmente
a las diferentes provincias, de tal manera que esto facilitó la reconquista
española, en 1816, liderada por Pablo Morillo.
La suerte del primer proceso independentista fue descrita por Si-
món Bolívar, desde su exilio, a finales de 1815, en la Carta de Jamaica,