Page 440 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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438   Carlos FranCo Gil



                 que los cadáveres pendientes en los patíbulos son los trofeos de
                 la victoria de Dios sobre la iniquidad (…) ¡Oh, afortunada co-
                 lonia! Ya volvistéis al ilustre seno de aquella generosa madre que
                 quizá no merecéis, aquella España esclarecida cuyas glorias ois-
                 téis de mis labios (…) ¡Oh, colonos felices! Ya volvistéis como
                 el pródigo a la casa de vuestro augusto Padre, de vuestro rey, el
                 mejor de los soberanos .
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               Este discurso del clérigo realista expresa la legitimidad de la reconquista,

             que debe ser vista como un nuevo camino hacia la felicidad, puesto que
             los colonos volvían al regazo de la generosa madre, España, y al regazo del
             augusto Padre, el rey. Para que gran parte de los neogranadinos volvieran
             al regazo del augusto padre y al de la generosa madre fue necesario usar la
             fuerza. Esto último, muchas veces, se salió del control de las autoridades

             civiles, que incluso se quejaron de los excesos de los militares realistas.
               Aunque no todo el territorio neogranadino sufrió los excesos del ejér-
             cito realista  de la misma manera; pues las villas, parroquias y provincias
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             que guardaron lealtad al rey y a la Corona tuvieron de cierta manera un

             trato más justo. Por ejemplo, Pasto, Santa Marta, Riohacha, Veraguas y
             Panamá no sufrieron los excesos con que fueron tratadas las provincias,
             villas y parroquias que apoyaron los primeros gobiernos republicanos.
             Estas últimas, por el contrario, fueron objeto de la mano férrea del
             ejército expedicionario. No obstante que en muchas provincias, villas

             y parroquias se les recibió sin mayor oposición e incluso se les recibió
             como a bienhechores y restauradores del orden.

             [6]_ Citado por Lomné, G., 2010, p. 301.
             [7]_ Algunos de los funcionarios de la Corona denunciaron atropellos del ejército
             expedicionario. Según Morillo, por ejemplo, el Batallón de Granada y gran parte del
             ejército expedicionario estaba compuesto por ladrones, desertores y convictos, de tal
             manera a él no le sorprendía mucho que aquellos cometieran excesos y delitos contra
             la población.
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