Page 446 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
P. 446

444   Carlos FranCo Gil



               Para Bolívar, antes que los abogados, el ejército era la pieza funda-
             mental del proceso emancipatorio, ya en 1821 Bolívar le expresa a San-
             tander el resquemor que Este siente respecto a los legisladores:
                   Esos señores piensan que la voluntad de ellos es la voluntad el
                 pueblo, sin saber que en Colombia el pueblo está en el ejército,
                 porque realmente está; porque el ejército es el pueblo que quie-
                 re, el pueblo obra y el pueblo puede; lo demás es gente que vege-
                                                                         11
                 ta, sin ningún derecho a ser otra cosa que ciudadanos pasivos .
               El desprecio de Bolívar por los abogados es bien notorio. Y el des-
             precio de estos últimos por el ejército también, pues las élites criollas
             veían, de cierta manera, con temor el ascenso de sectores subalternos
             por la vía militar.

               Aunque Bolívar manifestaba cierta aberración  por  los legisladores,
             este desde el inicio de la segunda fase de la independencia mostró in-
             terés en establecer instancias para la administración de la justicia, para
             gobernar los territorios liberados, y evitar así desmanes o excesos de las
             tropas o gobernadores políticos. Mientras se dictaba la Constitución,
             Bolívar y sus adeptos dictaron varias leyes y reglamentos.
               Con la promulgación de la Constitución de 1821, en Villa del Ro-

             sario de Cúcuta, se buscaba establecer los cimientos de la unidad na-
             cional; sin embargo, más que establecer las bases de la unidad lo que
             se observa es que empezaron a destaparse los distintos faccionalismos
             (locales, provinciales y regionales) que, como se ha mencionado, eran
             de vieja data. No obstante, entre los diferentes intereses y pugnas entre
             las élites había algo que las unía aún: el enemigo externo y el Libertador.

               Asimismo, la Constitución de 1821 expresa otro articulador central
             de la unidad nacional: la Religión. La Constitución comienza invocan-
             do ante todo el nombre de Dios como supremo legislador y establece


             [11]_ Citado por Molina, G., p. 45.
   441   442   443   444   445   446   447   448   449   450   451