Page 411 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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Es así como iniciaron las divergencias que demolerían el sueño co-
lombiano y entregarían a Bolívar a una dictadura comisoria que solo le
trajo desilusiones. Sin embargo, el Congreso de Angostura representó
una maniobra inesperada para sus detractores y el abandono categóri-
co del modelo federal de 1811, que tanto criticó. A partir de 1819, la
imagen del Libertador, hasta entonces atribuida a la de un jefe auto-
crático, muda a presidente constitucional, sujeto a derecho y dictamen
del poder soberano; he ahí su más notable triunfo: “Dejé a todos mis
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adversarios enterrados tras de mí en el Congreso de Angostura” . Por
supuesto, los reproches, naturales a todo hombre público, no cesaron
hasta su muerte. Hubo proposiciones de llevarlo a juicio por marchar
hacia la Nueva Granada sin autorización del Congreso; habladurías de
haber caído derrotado e incluso preso en Bogotá. Mariño, su sempiter-
no enemigo, pretendió usurpar las funciones de Zea y el Congreso con
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respaldo del ejército oriental , mientras que Arismendi logró desplazar
a ese letrado granadino de la vicepresidencia; pero ningún usufructo ha-
llaron ambos pretendientes frente a la fortalecida autoridad de Bolívar,
la cual era reconocida por todos los jefes de la revolución y degustaba el
sabor de la victoria militar.
Finalmente, por decreto ejecutivo se convocó para el 1º de enero de
1821 a un nuevo Congreso en la villa de Cúcuta. El organismo tendría
[46]_ Gerhard Masur. Simón Bolívar, p. 316 (frase citada por el autor).
[47]_ El 23 de marzo de 1819, el vicepresidente Zea denunció esta situación Bolívar:
“En el momento en que salió V.E. se apoderó del mando de todo el General en Jefe del
ejército de Oriente, pretextando las facultades que V.E. le había delegado… el Gober-
nador de la Provincia, el de la plaza y todas las autoridades reducidas a la nulidad: tal
es el cuadro de sus primeras operaciones, en que fue preciso interviniera el Congreso,
cuya supremacía comenzaba a ser atacada por medios indirectos” (Memorias del Gen-
eral O’Leary, vol. XVI, p. 284). La primera conclusión que brinda esta descripción es
la de una gran flaqueza institucional, así como la de una República que depende del
mando personal de Bolívar.