Page 99 - Sencillamente Aquiles

aquiles nazoa

ya llevo catorce días
¡catorce dentro de un cuarto!,
sin escribir ni una línea,
sin darme siquiera un baño,
sin beberme una cerveza,
sin fumarme ni un cigarro.

Tal vez si viviera solo
ya te me hubieras curado
pero tengo una costilla
que es ducha en curar catarros
y a la que, según parece,
le encanta un hombre encuartado.
Por supuesto no me deja
dar hacia afuera ni un paso,
bien porque está haciendo viento,
bien porque está lloviznando,
o bien porque «el ejercicio»,
según ella, me hace daño.
Mas si salir me permite
por diez minutos al patio,
me coloca por encima
como cuatrocientos trapos,
y es tal entonces la pita
que me pegan los muchachos,
que aunque encuartarme no quiera
¡tengo que volverme al cuarto!

Luego vienen los calditos:
—Mi amor, bébete este caldo,
pero te lo bebes todo,
mira que tiene cilantro…

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