Page 100 - Sencillamente Aquiles
P. 100

sencillamente aquiles




                   Y eso es desde que amanece:
                   ¡un caldito a cada rato!
                   (¡Primera vez en mi vida
                   que tratar veo un catarro
                   administrando calditos
                   como si fuera algún parto!)

                   ¡Mira, pues, cuánto he sufrido
                   por culpa tuya, catarro!
                   ¿No te conmueve tenerme
                   por tanto tiempo enclaustrado?
                   ¿No crees, di, que conmigo
                   tuviste ya para rato?
                   ¡Catarro, déjame quieto,
                   vete a la porra, catarro,
                   o al menos dile a mi esposa
                   que tú no eres para tanto!



























                                      100
   95   96   97   98   99   100   101   102   103   104   105