Page 416 - Sencillamente Aquiles
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sencillamente aquiles


            Se entabla a través de la puerta un diálogo a gritos, como los
            que se oyen junto a los ríos de una orilla a la otra.)
            la voz: ¿Quién es…?

            melecio: ¡Gente de paz!… ¿Ahí tá el jefe civil?
            la voz: ¡Tá pa’ los toros coliaos!

            melecio: ¿Y el secretario?
            la voz: Tampoco. ¡Tá pa’ una telnera en la orilla el río!

            melecio: ¿Y el polecía?
            la voz: ¡Salió pa’ ve un choque y no ha vuelto!

            melecio: ¡Ah caracha!… ¿Y usté quién es?
            la voz: Yo soy el arrestao, pero no le puedo abrí porque
                me estoy bañando…
            melecio: Ah bueno, mire, entonces ponga cuidao: cuando
                venga el jefe civil…

            la voz: Ajá…
            melecio: …usté le dice que por aquí vino Melecio a arreglá
                un asunto de un gallo que me malogró mi compadre
                Ulpiano… Pero que como él no estaba aquí, nosotros
                vamos a seguí peleando y volvemos más tardecita, ¿ya
                lo sabe?

            la voz: ¡Bueno, no tenga cuidao!

            melecio: Bueno, muy agradecido.
            (Se dispone a irse, pero…)
            la voz: ¡Mire!

            melecio: ¿Ajá?


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