Page 414 - Sencillamente Aquiles
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sencillamente aquiles
timotea: Guá, el que se comió el perro.
agapito (Llorando): Creo que tú me mientes. Tú bien
sabes que perro no come perro.
timotea: ¿Qué insinúas?
agapito: Insinúo que la que se comió el perro fuiste tú.
timotea: No lo niego, yo fui efectivamente quien se
comió el perro.
(En esto llega la Caritativa Señora que aparece en todos los
cuentos de Navidad.)
señora caritativa: Como todos los años (dice), lo pri-
mero que he hecho esta noche de Navidad para po-
nerme bien con el Niño Dios, ha sido acordarme de
las clases bajas que sufren. No riñáis… No os dejéis
arrastrar por los odios y resquemores que engendra
la miseria. Vivid en paz y armonía teniendo siempre
presente que todos los sufrimientos de esta vida son
transitorios, y tienen su compensación en la felicidad
eterna que espera a los buenos en el Más Allá. (Y agre-
gando): Aquí tienen esta cosita para que se calienten el
estómago (…les regala un soplete).
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