Page 413 - Sencillamente Aquiles
P. 413
aquiles nazoa
que a esta hora ya tú habías terminado de preparar
las hallacas de gallineta? ¿Te acuerdas que teníamos
un loro al que yo había acostumbrado a dormir en
el copete de nuestra amplia cama matrimonial? ¿Te
acuerdas que yo siempre tenía un frasco de ron con
ponsigué debajo de la cama? Ahora todo ha cam-
biado. Lo único que no he llevado a empeñar ha sido
la pianola-piano, y eso porque no sale por la puerta
después que hicimos aquella reparación. ¿Te acuerdas
de aquella reparación?
timotea: Muy bien. Te está saliendo perfecto, mi amor.
Ahora pregúntame si hay algo de comer.
agapito: ¿Hay algo de comer?
timotea: Nada. El último pedacito de correa se lo comieron
los muchachos esta mañana.
agapito: ¿Y el perro?
timotea: ¿Cuál perro?
agapito: El perro caliente que me regalaron aquellos se-
ñores ricos que me prometieron ayudarme.
timotea: Ah, ese. Ese se lo comió el perro.
agapito: ¿Cuál perro?
timotea: Guá, el perro de nosotros.
agapito: Muy mal hecho del perro de nosotros, porque
ese perro era de nosotros.
timotea: Al contrario, me parece que hizo bien; de todos
modos ese perro estaba nacido.
agapito: ¿Cuál perro?
413