Page 11 - Perforación mediática
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PERFORACIÓN MEDIÁTICA CONTRA PDVSA











           Entre diciembre de 2002 y febrero de 2003, la industria petrolera
           venezolana fue sometida a un paro y sabotaje de sus instalaciones
           durante sesenta y dos días. La acción fue dirigida por la cúpula
           gerencial de la empresa a través de las organizaciones Gente del
           Petróleo y Unapetrol. Sus líderes se autodenominaban “meritócra-
           tas” y controlaban, sin duda, toda la estructura de la industria. De
           una producción de casi tres millones de barriles diarios, Petróleos
           de Venezuela (PDVSA) quedó reducida a menos de cincuenta
           mil barriles. El sabotaje no tenía ningún móvil reivindicativo,
           laboral o sindical. Su objetivo era derrocar al gobierno constitu-
           cional de la República Bolivariana de Venezuela, presidido por
           el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
                 El sabotaje comenzó a prepararse desde el mismo momento
           en que fue derrotado el golpe de Estado del 11 de abril de 2002,
           en el que estuvieron involucrados los jerarcas petroleros. Con
           apoyo externo e interno, fue una colosal y prolongada acción
           golpista que el país resistió con entereza, estoicismo y coraje. A
           cincuenta días del paro y sabotaje, sin haber alcanzado el objetivo,
           el inefable jefe de la Confederación de Trabajadores de Venezuela
           (CTV), Carlos Ortega, visiblemente desesperado y fuera de sí,
           exclamó ante los solícitos medios de comunicación: “¿Qué país
           del mundo resiste un paro de cincuenta días? ¡El paro se nos fue,
           se nos escapó de las manos!”.
                 La frase de Ortega era el epitafio de una de las acciones más
           criminales cometidas contra la República. En lugar de reconocer



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