Page 322 - Lectura Común

La lectura común Escrito sobre el aire
que brotan de los aledaños serranos de los Morros provienen de
las aguas hirvientes del Tártaro. Menos retórico, Codazzi se limita
a celebrar lo que estima “una maravilla para el geólogo”. Pal Rosti,
nada dijo, pero sí su cámara de fotógrafo-explorador. Cierta tarde
se libró de la muerte que quiso ahogarlo en las ondas del río. Una
poeta de estos días, Tibisay Vargas, cree encontrar en sus rocosos
minaretes vegetales los restos del castillo de Camelot con la misma
fantasía que cometieron no pocos exploradores y curiosos cuando
aseveran haber transitado por sus cavernas y abismos espantables
remedando a Tolkien en El señor de los anillos.
Perdidiza por querer pecar de minuciosa resultaría esta glosa
del discurso de Adolfo Rodríguez. Bástenos con evidenciar algu-
nos de sus momentos más deleitables, fruto del levantado saber
histórico y literario del orador. Otra lectura, la del simbolismo
religioso, subyace igualmente en la biografía de San Juan de la Paz
desde que fuera fundada por Díaz de Alfaro y bendecida por el
obispo Martí a las faldas de su atalaya granítica entre las vegas del [ 321 ]
Guárico, el San Juan, el Guaiquera.
El dios católico, los dioses indígenas y yorubas se entendieron
en un vistoso sincretismo para celebrar los solsticios de verano en
el que se confunden los rituales europeos con los de los arahuacos
y los luangos, los caribes y los congos. Las lluvias y los truenos, los
mediodías y los fuegos anunciaron la presencia de San Juan Bau-
tista en los templos católicos y en los altares paganos, para enco-
mendarle el gobierno de la fertilidad y el renuevo de la tierra y de
los seres terrestres. Las rebeliones de los esclavos se escudaron en
los fastos del tambor y la danza que celebran sus dones. El culto
al agua y a la cosecha de que es figura propiciadora de bondades
agrícolas y humanas tuvo alianza con los rituales de la cultura
grecoromana y las culturas enigmáticas de la fertilidad y la puri-
ficación. Los nombres cristianos, helenos y latinos conocieron
pareja inteligencia. Lo prueban los de ciertos ríos, como el Tíber
guariqueño, el San Juan y los vecindarios como Las Adjuntas o
Platillón y los topónimos como Guaiquera, Paurario y Pariapán.

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