Page 14 - La leyenda del turpial tricolor
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—¡No sé..., quién eres y que intenciones tienes! Y no
salimos porque estábamos reposando.
Y la voz al oírlo, muy...brava, lo reprende:
—¡Mentira..., águila, no salieron porque temblaban de
miedo! O es que no sabes que no debes mentir al creador
¡Porque la mentira…, así sea la más pequeña, crece y crece
hasta colmar el corazón de codicia y de rencor! —muy
brava les decía—. Pero no estoy aquí para recordarles que
no se debe mentir. Estoy aquí, porque esta tierra necesita a
un ave que la represente, y una de ustedes lo será.
Así que les diré lo que tienen que hacer para ganar ese
honor:
Deben volar a las montañas heladas. Y aquel me traiga
a la flor más hermosa; que se encuentra reposando desde
hace mucho tiempo en un bello tronco arcaico, ganará el
honor de ser el ave representativa de esta gloriosa tierra.
Y muy nerviosas por comenzar: se encontraban
bandadas de aves de todos los géneros.
Al darse la partida: el cóndor, el águila y el zamuro
toman la delantera, dejando muy atrás en el cuarto lugar al
pajarito negro y amarillo, ya que las demás muy rezagadas
quedaban.
El pajarito negro y amarillo viendo que no podía
alcanzarlos, baja y posa en la rama de un increíble Araguaney.
Pensaba y pensaba como vencer a unas aves mayores
que él.
Pero en ese momento que meditaba, el Araguaney le
habla:
—No te desesperes..., pajarito, tienes un gran potencial
interno que no conoces y que debes usarlo ahora.