Page 159 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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veía en él al hombre al que siempre le brillaba el sol de la esperanza, por lo
que el Secretario General del Libertador, coronel José Gabriel Pérez, en oficio
dirigido al Ministro de Chile cerca del gobierno de Colombia, hace saber que
El General Sucre, Enviado Extraordinario del Gobierno ante el
Perú, está autorizado por S.E. para entrar en comunicaciones con
los gobiernos de Chile y Buenos Aires con respecto a la guerra del
Perú. 220
Un destello realmente impresionante del destino que impregna a los hom-
bres con el retumbar de la voz superior, la divinidad quizás, y ampara el basa-
mento de sus realizaciones, debe haber hecho meditar a Antonio José de Sucre
sobre esta participación encomiástica en el Perú, pues cuando apenas llega al
puerto de El Callao tiene información que en el mes de marzo anterior, ante
la dramática situación que viven los limeños y dadas las victorias de las fuerzas
españolas, el Presidente de la República, Mariscal José de la Riva Agüero, le
ha propuesto al Virrey La Sema dos instrumentos legales, trascendentes ya
en el Derecho Internacional Americano; es decir, dos Tratados similares a los
que él había redactado y firmado en Trujillo de Venezuela, como Jefe de los
Comisionados del Libertador y que ratificaron Simón Bolívar y Pablo Mori-
llo, respectivamente, sellándolos con un reconocimiento a la amistad sublime
y a la paz en el pueblo de Santa Ana el 27 de noviembre de 1820. Anota el
historiador chileno Gonzalo Bulnes, una apreciación rotunda en este sentido:
Preocupado Riva Agüero con las noticias de España, que anun-
ciaban un cambio en la opinión del partido constitucional respecto
de la guerra de América, dio un paso de conciliación ante el Virrey
La Serna, en un momento muy mal elegido, porque no era racional
suponer que los vencedores estuvieran dispuestos a prescindir de sus
victorias concediendo, por la discusión, lo que no se les había podido
arrancar por la fuerza, y además, corriendo el peligro de que se esti-
mase esa tentativa como una manifestación de debilidad.
[ 220 ]_ Ídem, p. 611-612.