Page 338 - Fricción y realidad en el Caracazo
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ficción y realidad en el caracazo
como somos invisibles, se fue. Yo también estaba cansado
de bajar para representar esos papeluchos que nos asigna
Caracas. Quise bajar para quedarme y cargué con un es-
pejo que me devuelve, al menos, un rostro de yuppie. Tú
quedaste en el intento por obtener lo que te hubiera cos-
tado toda una vida de privaciones. El entierro estuvo de lo
más concurrido. Cada cinco minutos entraba un cortejo al
Cementerio General del Sur. Entre el desconsuelo de tus
hermanas, Luisito roció la urna con ron. Quedaste bajo
una ceiba vieja, en otro cerro.
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