Page 19 - Escritos de ayer y hoy
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Uno de nuestros propósitos básicos es la lucha por la unificación de
            todos los revolucionarios en un partido revolucionario único. Pretende-
            mos insurgir como una organización antihegemónica y en lucha abierta
            contra el sectarismo. En ese sentido, declaramos que nuestra organiza-
            ción no pretende liderizar a otros grupos revolucionarios, que cualquier
            acuerdo será suscrito en un plano de igualdad y dentro de la más franca
            discusión; declaramos además que la existencia de nuestra organización
            es de carácter temporal (ella existirá hasta el momento que se dé una
            integración total) o parcial de los distintos grupos revolucionarios vene-
            zolanos (…) Y hemos escogido un nombre genérico (ORGANIZA-
            CIÓN DE REVOLUCIONARIOS) para nuestra designación, pues
            deseamos indicar hasta con el nombre el propósito que nos anima.

            En esas condiciones no fue difícil para nosotros como or-
          ganización dar el paso de unificarnos en la corriente popular
          y revolucionaria que conformó el PSUV. Pusimos a la orden
          del Comandante Supremo Hugo Chávez y del PSUV nues-
          tras elaboraciones, nuestras consignas, nuestros símbolos y lo
          hicimos sin pedir nada a cambio. Eso no quiere decir que en
          la historia de la OR y la Liga Socialista no hubo episodios de
          sectarismo y otras prácticas incorrectas; las hubo y no fueron
          pocas, pero al final prevaleció la visión unitaria del documento
          fundacional de la OR del 15 de mayo de 1970 y 30 años des-
          pués le dimos cumplimiento a aquel propósito.
            En este libro encontrará el homenaje amoroso a los héroes y
          mártires de nuestra revolución como Alberto Rudas Mezones,
          Fabricio Ojeda, “El Calvo” José Zabala y su compañera de vida
          y luchas Lida Franco, y nuestro camarada de siempre, Jorge
          Rodríguez –padre–, entre otros. Pero también encontrará su
          admiración por Lenin y la Revolución bolchevique; por el
          Che, Fidel y la Revolución cubana; su amor por el pueblo pa-
          lestino y sus luchas.
            Acercándonos al final de este prólogo, hay que decir que el
          camarada Fernando Soto Rojas es un estudioso permanente
          de la coyuntura y hay una categoría que viene utilizando desde

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