Page 47 - El Credo de Aquiles Nazoa
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¿Por qué lo elevó al altar de su Credo nuestro
Aquiles Nazoa? A ambos los acerca el niño que
siempre fueron o quisieron seguir siendo. La infan-
cia. Ese irresponsable período de la vida, en el sen-
tido más creador (y soñador) de la palabra irres-
ponsabilidad. Buscar (ser) ese niño le recomienda
Rilke a su destinatario en Cartas a un joven poeta,
de nombre Franz Xaver Kappus. Igual nuestro
poeta caraqueño, en su “Elegía de Aquiles Nazoa”,
canta a una etapa de su vida que termina: los días
del colegio, sus días escolares, su infancia. Y en otro
poema canta con nostálgico humor:
Mi corazón
Es un niño arrullado por el son
De la lluvia de plata
Que cae dese el cielo en una lata
–tin, tan, ton–
Bajo el alero roto del balcón 3
Por su parte, tan lejos de Aquiles en espacio y
tiempo, pero tan cerca en espíritu, Rainer María
3 Aquiles Nazoa. “La lluvia”, en Obras completas, Vol II, Papeles líricos,
Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1978, p. 37.
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