Page 93 - Del Tradicionalismo a la Modernidad
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justa distribución del ingreso nacional, y por la planificación del
desarrollo para beneficio de las masas populares: el sistema en el
cual desaparece la motivación del lucro particular. En el
socialismo no hay explotados ni explotadores, y en consecuencia
implica la remuneración del trabajo de acuerdo a su valor social
efectivo, la primacía de la propiedad social sobre los medios de
producción, la democratización del acceso a la cultura, y la
educación de todos dentro de un espíritu de fraternidad humana y
de solidaridad internacional. Estos factores significarán la
superación de la división de la sociedad en clases antagónicas y
el surgimiento de un nuevo tipo de hombre, libre, armonioso y
capaz de una evolución intelectual y espiritual sin límites.
La Liberación Nacional
De las dos metas, la liberación nacional es la más inmediata. Sin
ella, el camino hacia la democracia socialista estaría cerrado.
Pero ello no significa que las tareas de tipo socialista tengan que
esperar hasta que el programa de la liberación esté realizado a
cabalidad. En la historia real de los pueblos, no se puede
proceder por esquemas abstractos, trazando límites artificiales
entre una etapa y otra. Si es verdad que no puede haber
desarrollo socialista sin liberación nacional, también es cierto lo
contrario: la liberación nacional no puede ser llevada a un buen
término sin que simultáneamente con ella se comiencen a efec-
tuar transformaciones sociales de tipo socialista. El análisis de la
sociedad venezolana y de las latinoamericanas en general
demuestra que los sectores burgueses, aún los medianos, no
están dispuestos a acompañar a las clases populares en todas
las etapas de la liberación nacional. Tan pronto se trata de
hacerle ver la necesidad de aceptar sacrificios para que el
desarrollo independiente pueda ser acelerado, y para que las
masas adquieran mayor participación en el patrimonio nacional, la
mayoría hasta de los capitalistas medianos tienden a alejarse del
bando progresista y a ocupar posiciones conservadoras. Por ello,
es necesario que el carácter popular del proceso se manifieste
desde el comienzo a través de realizaciones y transformaciones
netamente socialistas, y que los trabajadores ejerzan la influencia
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