Page 439 - De mi propia mano
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más predilectos hermanos. aún el Gobierno no sabe si el de colombia
                 consiente en dejar en bolivia por algún tiempo los 2.000 hombres de sus
                 tropas que se le han pedido. Será oportuno informaros que la gratifica-
                 ción de 1.000.000 de pesos decretada por la asamblea general al ejército
                 vencedor en Junín y ayacucho, no está satisfecha: el libertador, que fue
                 autorizado para obtenerlo por un empréstito, creyó que este medio era el
                 último a que había de ocurrirse para llenar esta deuda; porque nunca es
                 justo dejar a la posteridad obligaciones onerosas.
                    Debo concluir, señores, hablando al cuerpo nacional del acto más au-
                 gus to de sus funciones: la de nombrar el jefe del Gobierno. la ley de 11
                 de agosto concedió al libertador el Poder ejecutivo por todo el tiempo
                 que resida dentro de los límites de la República; y aunque puedo asegu-
                 raros que él regresará a este país antes de dos meses, su ausencia actual y
                 sus atenciones luego, demandan encargar el ejercicio del gobierno a otra
                 persona. la asamblea general, honrándome con su confianza, en el decreto
                 de 3 de octubre se dignó exigir mi permanencia en bolivia, y solicitó para
                 ello el accesit del gobierno de colombia, “con el objeto de que el congreso
                 constituyente me pueda confiar el supremo poder ejecutivo, según la
                 voluntad de la asamblea y la general de los pueblos”. en el corto tiempo
                 de mi administración, yo he pesado mis fuerzas y mi capacidad para este
                 delicado encargo, y haría traición a mis sentimientos si no declarase la in-
                 suficiencia que me conozco para desempeñarlo. Ruego, pues, al congreso
                 constituyente que me desembarace de la carga de gratitud que debería a
                 los pueblos de bolivia si me encargaran de su dirección, y que me ahorren
                 del desagrado a que me reduciría la necesidad de rehusar aquel puesto,
                 si aún se insiste en que lo ocupe. Representantes: la elección del jefe del
                 Gobierno es el acto público más delicado y más patriótico que os ocurrirá
                 en vuestras sesiones. Si la voluntad del pueblo y su reconocimiento a los
                 servicios del libertador lo condujeron a encargarle la suprema magistratura,
                 que otro extranjero no merezca tal honor y tal confianza: el libertador
                 puede ser digno de ella, porque sus principios liberales, su moderación, su
                 desprendimiento, están justificados por su conducta en una serie de años,
                 que le han dado el derecho a ser considerado el genio superior de nuestro
                 siglo. cualquiera que fueren mis servicios a vuestra causa, yo seré siempre


                                          biblioteca ayacucho
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