Page 299 - De mi propia mano
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de guerra y perseguidos y cortados los enemigos en todas direcciones, cuan-
do el general Canterac comandante en jefe del Ejército Español, acompañado
del general la Mar, se me presentó a pedir una capitulación. aunque la
posición del enemigo podía reducirlo a una entrega discrecional, creí digno
de la generosidad americana conceder algunos honores a los rendidos que
vencieron catorce años en el Perú, y la capitulación fue ajustada sobre el
campo de batalla en los términos que verá V.S. en el tratado adjunto: por él
se han entregado todos los restos del ejército español, todo el territorio del
Perú ocupado por sus armas, todas sus guarniciones, los parques, almacenes
militares y la plaza del callao con sus existencias.
Se hallan por consecuencia en este momento en poder del ejército
libertador los tenientes generales La Serna y Canterac; los mariscales Valdés,
Carratalá, Monet y Villalobos; los generales de brigada Bedoya, Ferraz, Cam-
ba, Somocurcio, Cacho, Atero, Landazuri, Vigil, Pardo y Tur, con 16 coroneles,
68 tenientes coroneles, cuatrocientos ochenta y cuatro mayores y oficiales,
más de dos mil prisioneros de tropa inmensa cantidad de fusiles, todas
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las cajas de guerra, municiones y cuantos elementos militares poseían:
mil ochocientos cadáveres enemigos y setecientos heridos han sido en la
batalla de Ayacucho las víctimas de la obstinación y de la temeridad espa-
ñola. Nuestra pérdida es de 309 muertos y 670 heridos: entre los primeros
el mayor Duxburi de Rifles, el capitán urquiola de Húsares de Colombia,
los tenientes oliva de Granaderos de Colombia, colmenares y Ramírez
de Rifles, bonilla de Bogotá, Sevilla del Vencedor, y Prieto y Ramonet de
Pichincha: entre los segundos el bravo coronel Silva de Húsares de Colombia,
que recibió tres lanzazos cargando con extraordinaria audacia a la cabeza
de su regimiento; el coronel luque que al frente del batallón Vencedor entró
a las filas españolas: el comandante león del batallón Caracas que con su
cuerpo marchó sobre una batería enemiga: el comandante blanco del 2
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de Húsares de Junín, que se distinguió particularmente; el señor coronel
leal contuso, que a la cabeza de Pichincha, no sólo resistió las columnas de
caballería enemiga, sino que las cargó con su cuerpo; el mayor torres de
12. el mariscal Álvarez, los generales Montenegro y echeverría, sesenta y tres jefes y
oficiales más y hasta el completo de seis mil prisioneros de tropa están ya entregados.
Diciembre 29.
biblioteca ayacucho
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