Page 181 - De mi propia mano
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en Jauja para atender al sur o quedarse acá y dejar obrar más libremente a
la división que se mandará al sur.
en la ciudad y el país que poseemos pueden sacarse caballos suficientes
para los escuadrones y 1.000 o 1.500 mulas buenas, pero serían necesarias
medidas muy vigorosas que hallarían obstáculos a cada momento, porque
a decir la verdad yo creo que a ud. le facilitarían todo en decretos y ór-
denes, pero realmente ud. se vería atado de instante a instante, porque es
menester contar con que se emularía la reputación que ud. debía adquirir
por rápidos progresos, y se facilitaría anularlo. ud. pues, deducirá, o que
es preciso tomar el poder violentamente, lo cual, aunque es fácil, le haría
perder toda su reputación de ud. y lo que realmente sería un mal y un gran
mal; o ud. se vería precisado a ceder a la política que quisiera observarse.
ud. pues, pensará, entre los bienes y males que se presentan, qué sea lo
que deba hacer, y en mi opinión debe ud. pensar mucho en su crédito ya
fijado, y en no comprometer a colombia tan íntimamente en la causa del
Perú que nos arrastrase en su suerte, lo cual era una consecuencia infalible
de que ud. tomase sobre sí el resultado de esta campaña.
Repito que la campaña tiene inmensas dificultades, pero sería pronto
terminable obrando todos de acuerdo. tal vez, o mejor dicho, es probable
que la presencia de ud. disolvería muchos de los obstáculos, porque pro-
nunciado por ud. el voto del ejército y de los pueblos, tendría en su mano
hacer lo mejor. ud. contará con que los chilenos se mantendrán unidos a
nosotros, y que si la expedición que se dice viene a intermedios (y que se
reunirá con Santa cruz) no viene, se dirigirá a donde ud. lo quiera, según
me asegura el ministro de chile.
De esta unión y deferencia que los chilenos han mostrado por nosotros
parece que se han entrado en algunos celos, y se me ha asegurado por tres
conductos muy fieles, que el Gobierno para contrapesarnos ha ofrecido
a la división de buenos aires darle los reemplazos para completarle la
fuerza con que desembarcó en Pisco el año de 20; y no hace cuatro días
que estaban tan enemistados, que el presidente me habló de embarcarlos
y mandarlos para su país. ¿Qué le parece a ud. de una contradicción tan
singular y de una tal política? todos los celos entiendo que tienen origen
de los debates en el congreso sobre la venida de ud.
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