Page 36 - Carabobo Bajo Palabra
P. 36
36 earle Herrera
En el segundo toque empiezo a suspirar:
al ver que sin recurso te tengo que dejar
ascensos ni victorias podrán interesar
si de mi amada dueña la vista he de perder.
Ya salen las banderas, las que he de seguir,
y de ella a quien adoro me voy a despedir,
yo viviré pensando, pues ya tu amor perdí,
y tú, quizás, ¡bien mío!, te olvidarás de mí .
19
Las anteriores cuartetas son compuestas al fragor de la contienda. Las
transcribo porque, con toda su ingenuidad literaria o lo que se quiera,
revelan que la guerra no solo es plomo y sangre y muerte. Todo el drama
humano converge en su desarrollo. Nada nuevo bajo el sol y, sin em-
bargo, nuevo para cada soldado, hombre o mujer, de hoy o de mañana,
que se ve enrolado en un conflicto bélico. Lejos del miliciano que per-
geñó, cantó o tarareó las estrofas antes citadas, muchos años después,
el cantante puertorriqueño Daniel Santos, conocido como «El Inquieto
Anacobero», cantaría la pieza del compositor Pedro Flores:
Vengo a decirle adiós a los muchachos
porque pronto me voy para la guerra
y aunque voy a pelear en otras tierras
voy a salvar mi derecho, mi patria y mi fe .
20
Así fue ayer, así es hoy y así será mañana. Pero volvamos a Carabo-
bo. Largo y arduo fue el proceso para arribar al 24 de junio de 1821.
Eduardo Blanco describe las grandes batallas que la precedieron. El
verso peregrino también fue registrando los combates previos:
[19]_ Ibid., pp. 56-57.
[20]_ Ibid., p. 50.