Page 759 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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quizás una de las más contundentes en los anales del cine venezolano,
es una oda a la amistad, a la reciprocidad, a la solidaridad, a la herman-
dad, a la esperanza, a pesar de estar ambientada en un clima de terror
paramilitar personificado en el paraco Juan, protagonizado por Laurea-
no Olivares. El film además nos invita a reflexionar sobre la xenofobia,
sobre las diferencias, sobre la otredad, sobre los desplazados. El film de
Ortega nos deja una tarea para la casa: responder la pregunta ¿por qué
exterminar un pueblo originario que vive comunitariamente feliz? He
aquí el dilema. Antes de hablar de la masacre de Bahía Portete creo
oportuno hablar sobre la palabra alijuna y sobre el paramilitarismo.
Alijuna es la palabra wayuunaiki con la cual se nombra a todo el que no
pertenezca al pueblo wayúu. El vocablo correspondiente en castellano
es “civilizado”. En la semántica nativa, explica el “hombre lluvia” de la
Alta Guajira colombiana, Juan Sierra Ipuana, el término alijuna ya no
se está usando para designar al diferente, en el caso de Bárbara, sino
para referirse a aquello que genera temor, el paraco Juan. Son “civiliza-
dos” los hombres que están masacrando a los indígenas en la Alta Gua-
jira y los que enseñaron a cipayos guajiros a asaltar camiones de carga en
las carreteras. También lo son algunos guardias nacionales que vacunan
a los comerciantes guajiros y los funcionarios de ambos gobiernos que
un día llegaron a imponer sus normas aduaneras, tributarias y del uso
del mar. De allí que este amauta diga “Los alijunas nos quieren acabar”.
La masacre de Bahía Portete representa un acontecimiento de profun-
das repercusiones en la historia del pueblo wayúu. Durante el genocidio,
los victimarios con lista en mano buscaron a mujeres con cierto perfil
para aniquilar sistemáticamente toda forma de conocimiento, de cultura,
de modo de vida por ser estas quienes ejercían roles centrales en la vida
comunitaria, autoridades tradicionales, intermediadoras con el mundo
exterior, preservadoras de la tradición oral y maestras, lo cual indica que