Page 35 - David contra Goliat
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[Néstor Kohan] DAVID CONTRA GOLIAT

          tas, los hacendados, terratenientes y gamonales —por eso las clases
          dominantes y los principales propietarios de la tierra terminarán aban-
          donando a Bolívar y dándole la espalda—, pero resultaban amenazado-
          ras si se aplicaban sobre los territorios y comunidades indígenas (simi-
          lar incertidumbre vivieron después comunidades indígenas del Perú y
          el Alto Perú frente a las medidas bolivarianas destinadas a combatir el
          latifundio y la gran propiedad territorial de la oligarquía).


            Por eso el Libertador tardó tanto en avanzar sobre esos territo-
          rios y fracasó tantas veces en Pasto (Bolívar se explaya largamente
          sobre el problema de Pasto en carta a Santander del 7/1/1822; llega
          a utilizar la expresión “Vamos a luchar contra lo imposible”). De 22.000
          reclutas quedaban del lado patriota 1.000 soldados. Con la victoria
          de Bolívar en la batalla de Bombona (7/4/1822), Pasto no puede se-
          guir resistiendo y firma la capitulación el 6/6/1822. Sucre termina de-
          rrotando a los realistas pastusos, Bolívar llega incluso a fusilar a dos
          curas (fanáticos contrarrevolucionarios) en Pasto. El Libertador pudo
          ganar más fácilmente para la independencia a los indómitos llaneros
          del Apure que habían luchado en las filas del feroz Boves que a los
          pueblos originarios del sur de Colombia y norte de Ecuador. Contra-
          diciendo cualquier evaluación histórica apresurada, ni los llaneros ve-
          nezolanos eran “brutos y supersticiosos” ni los habitantes de Pasto
          eran “amantes de la monarquía española” o “gente pasiva subordinada
          completamente a la Iglesia católica”. Los primeros tardaron en ingre-
          sar a las filas patriotas por sus conflictos sociales con los mantuanos
          (que, impregnados de racismo, los despreciaban ostensiblemente).
          Los segundos por su justa defensa de la propiedad comunal de la tie-
          rra. Superando ambas dificultades, Bolívar supo ganar con paciencia
          e inteligencia política las simpatías de todos ellos, nutriendo los ejér-
          citos libertadores con las clases plebeyas y populares y las comunida-
          des originarias hasta entonces sometidas y despreciadas.

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