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20 años en Batalla y Victoria
y aplique medidas dictatoriales, no consideran para nada bueno
que el próximo inquilino del Palacio de Miraflores sea un hombre
que no puede pisar suelo estadounidense por su intento de golpe
contra Carlos Andrés Pérez el 4 de febrero de 1992 y sus vínculos
con Fidel Castro”.
Dos infaltables elementos debían formar parte de la farsa que ya
estaba montada, como las conocidas calificadoras de riesgo estadou-
nidenses Standard & Poors, Merrill Lynch y Duff & Phelps que consi-
deraban la victoria de Chávez como “Funestas a corto y largo plazo. El
hecho, aseguran, ahuyentaría a los inversionistas nacionales y extranje-
ros por un buen tiempo y pondría un gran signo de interrogación sobre
el futuro de las reformas estructurales y el programa de privatizaciones
y apertura del sector energético”.
Y, en segundo lugar, fortalecer el teatro montado contra el nuevo
líder, al escribir sobre la fortaleza que adquiría el socialcristiano Hen-
rique Salas Römer, a quien vendían como un independiente con fama
de gerente eficiente desde que fue gobernador del estado Carabobo.
En dos meses, escribe la periodista, este socialcristiano ha logrado
ubicarse a 10 puntos de Chávez y podría superarlo por una sencilla ra-
zón: su figura es la que menos rechazo despierta de toda la baraja de
candidatos y la polarización generada por la posible victoria de Chávez
le está trayendo lenta, pero constantemente, los votos de todos los
otros candidatos, a quienes se considera sin opción.
Rodearon a Chávez con la maraña de la mentira
La maraña ya estaba andando (imagino que comenzó a ser armada al
salir Hugo Chávez de la cárcel de Yare) y debía ser profundizada en el
corazón de todos los venezolanos. Esta mentira daría lugar a muchas
más, la periodista Mercedes Chacín denominó este suceso como una
“fábrica de chorizos”. Y se regaría por todo el país la mentira de que
Hugo Chávez habló de freír la cabeza de los adecos en aceite.
Todo ello sería descubierto, había sido una farsa montada por el
músico de Acción Democrática y también publicista Chelique Sarabia,
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