Page 40 - Visiones del ayer y hoy
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Quedarse Me permito la destemplanza cuestas sin el peso de todo lo que
de la desilusión al constatar duele y desnuda.
dAnielA sAidmAn. que despertamos de un sueño Los viernes, cuando corro
(Ciudad Guayana, Estado Bolívar, para enfrentarnos a la pesadilla. desesperada para alcanzar el
1977) Poeta. Realizó estudios de Claudico del odio. No quiero silencio y quedarme al abrigo de
Letras en la Universidad de Los muertos ni a mis enemigos, a lo que callo, borro los vestigios
Andes, ha publicado XXXI Hojas ellos, a los que se llevaron una del cansancio, sacudiéndome de
de Otoño, América y Otros cafés a una las hojas del futuro, los la ropa las migas de pan que se
y Voces del sur. Es articulista en condeno al olvido y a una historia fueron juntando impotencia tras
diversos medios de comunicación que no valdrá nunca la pena impotencia y desconcierto de por
impresos y digitales del estado contar porque son los fantasmas medio.
Bolívar. de una casa que se ha caído a Elegí quedarme porque soy
pedazos. testaruda, porque creo en la magia
Elegimos nuestro exilio. Algunos Instalé el llanto en las líneas que de los hombres, en la verdad de
cruzamos las fronteras de la tierra separan los días de los almanaques, la poesía, en la insistencia de
y otros las del alma. A veces donde marqué con tinta roja las mirarte y encontrarme en ti, en
ambos adioses se encuentran ausencias, en el inventario de la esperanza pese a todo y pese a
y entonces, justo entonces, lo adioses sin la estridencia de las todos, en la constancia de creer en
abandonamos todo. fotos de Cruz Diez. lo que hay de bueno en nosotros,
Aunque dudé, decidí quedarme He levantado mi hogar en las en la certeza de que después del
en la estación donde las palabras distancias y he hecho de mi patria diluvio el aire estará más limpio.
dicen lo que pienso. un balcón donde amanece y se Elegí quedarme aunque me vaya.
En la esquina donde un abrazo secan las ixoras sedientas. Elegí quedarme aunque me quede.
vale el tacto del afecto verdadero. Edifiqué la fortaleza en los El exilio más desgarrador es ver
Eché raíces en la línea que se domingos en que me olvido de partir lo que quedaba del deseo.
dibuja en el asombro, porque aún todo y bailo a Silvio, recordando Tal vez, algún día desandaremos
quiero la conmoción de la vida. que alguna vez tuve la gracia de el camino, tal vez volveremos y
No me resigno ni al silencio, una bailarina que soñaba el mundo entonces, una bandera, un grito,
ni a la rabia del deambular por en las luces de un teatro. un sueño, una frontera, serán
las calles y encontrarme con Y cada lunes me exilio de mí apenas eso, una bandera, un grito,
el hambre, los pies descalzos misma, porque las derrotas se un sueño, una frontera. Y nosotros,
de la miseria niña que debería desparraman en la conciencia todos nosotros, habremos elegido
tener la infancia que llevo en los como charcos de lluvia en una quedarnos para abrazarnos a lo
dobladillos de la memoria. mañana imposible de cargar a que aún puede ser el mañana.
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