Page 56 - Viaje a Sandino
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Está prohibido vender caña a gente de uniforme,
yo me lo quito y voy en traje de civil. También hay sus
excepciones.
***
Hoy es domingo, un día intenso y peligroso.
Cuando me levanto, me preparo y salgo, ya se han
ido. No me llamaron. Teresa me dice que no quisieron
despertarme, pienso que volverán por mí. No vienen,
ya Bosco se ha ido. Teresa, desayunando, me confiesa
que fue para prote germe porque hoy la cosa es dura y
habrá muertos. Me siento imbécil. Bueno, digo, me
dedicaré al pueblo. En eso, un camión cargado de
tropa se detiene en la placita de reparación mecánica
y veo a uno de los oficiales, uno de los jefes del BLI
(Batallón de Lucha Irregular), lo abordo; medita un
instante.
-¿De verdad quiere subir?
—Para eso vine.
—Venga conmigo.
Para un viejo subir a esos camiones es como subir
la escala de Jacob. Subí con esfuerzo, los cachorros se
reían, pero había emoción en su risa.
Aquí estoy sentado en una piedra escribiendo.
Hay cierto nerviosismo. Dureza sonriente en los
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