Page 332 - Soy tu voz en el viento
P. 332
cabras, ovejas, vacas, cerdos y gallinas
caballos ágiles de las razas arábigas
y los pacientes burros, para la carga mansos
por las fragosas trochas de intrincadas espinas.
Las frutas pródigas del Valle,
“dulcísimas de ver mesas de reyes,
pitahayas, guanábanas, anones,
guayabas y guaraes y mameyes,
chicas, cotoperices y mamones,
piñas, caribujures, caracueyes”
cuchapes, paujíes, chigüichigües,
mayas, guaicorucos, moras
unidas a las frutas que vinieron de España
subiéndose a manteles de opíparas comidas.
IV
La sombra remecida de los datileros
Llegadas desde oasis de la tierra africana,
acaso de las huertas de Sevilla
o de Islas Canarias, que es África de España,
creció como en su tierra, pródigo el datilero,
de jugosos racimos de rojo y amarillo,
las palmas prodigiosas,
que ofrecen al viajero su sombra remecida.
El dátil, alimento del beduino que cruza los desiertos,
es providencia cierta en las huertas del valle sanjuanero;
de sus cogollos tiernos
las tejedoras sin sosiego
confeccionan sombreros y otras artesanías.
Fuentidueño funda su propiedad en las laderas,
y allí quedó su nombre y señorío.
El Vergel fue el asiento de fértiles plantíos,
y más allá los barrios se multiplicaron:
El Macho, El Tuey, Las Barrancas, Guaimeque,
Boquerón, Los Fermines, Carapacho.
Lo demás era el mundo de la espina altanera:
heredades dispersas de pastores de chivos y de ovejas.
332
15 x 28 Yo soy la voz del tiempo poesía reunida.indd 332 14/01/13 16:28