Page 502 - Sencillamente Aquiles
P. 502
LOS NOMBRES DEL COCHINO
a Ángel Rosenblat
Allá por el año treinta
—quién sabe si más allá—
cuando yo era todavía
un niño de tierna edad
y con mi padre ciclista
salía al campo a pasear
él pedaleando adelante
y yo como un mono atrás,
cada vez que nos tocaba
junto a un cochino pasar,
—¿Cómo se llama ese bicho?
¿Cómo se llama, papá?,
le gritaba yo a mi padre
mostrándole el animal
cuya presencia excitaba
mi infantil curiosidad.
Siempre era igual mi pregunta
frente al robusto animal,
mas la respuesta paterna
no era la misma jamás.
Pues cada vez que veíamos
algún cochino pasar,
502