Page 365 - Lectura Común
P. 365

Luis Alberto Crespo
               de ideas y emociones. No pocos fueron los poetas de este y el otro
               lado del Arauca que exaltaban en octosílabos su fervor a la lla-
               nería, y nada escasos fueron los prosistas de varios géneros —la
               historia, la crónica, el ensayo, la investigación— que cedieron sus
               libros a la lectura del ayer y el siempre del ser y el quehacer llane-
               ros. Uno de esos títulos, De la parada al coleo, lleva la autoría de
               Ruperto Hurtado, llano él mismo, dentro y fuera de las aulas uni-
               versitarias, antes y después de desensillar su caballo de maestro
               coleador; el otro, es el cuento de la vida de Ramón Nonato Pérez,
               “el Tigre”, el lancero de Páez en Mata de la miel y Mucuritas. Lo
               narra su paisano casanareño Delfín Rivera Salcedo con mucho
               cuido de fechas y respeto a la información cierta. El ensayo tuvo
               en Edinson Pérez Cantor frecuente referencia, en especial por su
               libro sobre Miranda.
                  Sé que silencio otros libros; pero mal podría glosarlos en tan
             [ 364 ] apremiante espacio. Abundaron de tal guisa que casi forman
               biblioteca. Adolfo Rodríguez trajo un porsiacaso de ellos, los más
               referidos al Guárico, que es su desvelo de historiador. Cometo esta
               impropiedad porque debo detenerme en lo que estimo representó el
               espíritu que dio resplandor a la cita: el recuerdo de José León Tapia.
               Fue su añoranza, la de su presencia en la vida y el devenir de Barinas
               y de Venezuela, como médico de hondísima sensibilidad humana,
               como ciudadano y como escritor, en una palabra como concien-
               cia cívica e intelectual. Su recuerdo avivó los días del Simposio y el
               Encuentro. Lo expresaría razonada y emotivamente Edgar Colme-
               nares del Valle en la ponencia inaugural. Escribir y servir educaron
               la conducta de Tapia. Si en la ciencia médica halló motivo bastante
               para hacer práctica de humanidad y en su comportamiento coti-
               diano enseñanza de nobleza y de pureza, en la literatura aproximó
               la certidumbre histórica al imaginario, sin menoscabo del tra-
               sunto emblemático, el trasfondo moral que siempre aflora en sus
               personajes y hasta en el paisaje: el de un país de valientes vencidos,
               mas nunca derrotados, como Maisanta, como Zamora, como El
               Tigre de Guaitó y el último que vio nacer de su pluma, como López






       Lectura comun heterodox   364                                   13/4/10   12:36:15
   360   361   362   363   364   365   366   367   368   369   370