Page 302 - Lectura Común
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La lectura común                                Escrito sobre el aire

              de la “Campaña financiera de solidaridad con los trabajadores de
              la planta de tratamiento de desechos sólidos de Mérida”, expolia-
              dos por sus patronos y la llamada de socorro del Comité de Cultura
              titulada “¡Nos quedamos sin agua!”. “En la actualidad —subraya el
              artículo— el 50% de la población carece de saneamiento y el 20%
              simplemente no tiene acceso al agua. Los pueblos de Suramérica,
              África y Asia son los más afectados. Las enfermedades relacionadas
              con el agua como el cólera y la diarrea causan la muerte a más de 15
              millones de personas al año”.
                  Fiel a la voluntad de privilegiar lo risueño y lo placentero frente
              a la incertidumbre y al desasosiego, las páginas que siguen propo-
              nen la lectura de la fantasía infantil, en la que destácase el cuento
              Dos vidas de Isabella Lantieri, de 10 años de edad. Escritores de otra
              edad y otro imaginario, Gonzalo Fragui cede un relato político-sa-
              tírico sobre la guerrilla y las FARC llamado “El canciller Araujo y
              los rinocerontes” y Netza Moreno nos convida a viajar a París en su
              relato Hojas Sueltas, al encuentro con un ángel humano, una balada,   [ 301 ]
              un vals o un beso. Antes, casi en el umbral de la revista, Mariela
              Delgado nos hace degustar “El picante de Doña Alcira” y sobre la
              pared de atrás, el Chino Víctor Valera Mora, desde su viviente pos-
              teridad, permite que celebremos a uno de sus más célebres poemas,
              “También es verdad que busco lo que se me ha perdido”. Le hacen
              compañía, José Ángel Fernández, el poeta wayuú y el poeta chileno
              Mario Meléndez.
                  Si el Cenal, el Instituto Autónomo Centro Nacional del Libro,
              del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, ha hecho posible la
              aparición de Cínaro, son ellos sus creadores y animadores y la comu-
              nidad toda de Santa Rosa, merideña quienes justifican el motivo y
              razón de ser de su publicación: el ser, la conciencia de una región que
              se bate contra las adversidades empuñando la sonrisa como el arma
              más temible del amor.











       Lectura comun heterodox   301                                   13/4/10   12:36:04
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