Page 20 - Lectura Común
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La lectura común Por el ojo de la letra
promesa de reja abierta. El castigo que los tiene bajo llave es menos
insoportable que aquel del que son sus carceleros, ellos mismos al
echarle cerrojo a su ya de por sí amordazada dignidad.
No más leyera la suma de estos suspiros, estas quejas y estos
gritos, Elio Gómez Grillo, refractario a nuestra bárbara política
carcelaria y a quien Venezuela débele su empeñada lucha por
humanizarla, expresó su contentamiento en varios artículos
cedidos a la prensa a propósito de la edición de marras y al desvelo
que mueve a Victoria Ardito, Raquel Molina y su tenaz equipo de
facilitadores en su tarea de incorporar a los castigados por la ley a
la vida literaria, a la llamada literatura carcelaria. El sentimiento
del sabio jurista y hombre de letras no puede menos que avivar
nuestro agradecimiento y robustecer nuestra determinación de
leer a Venezuela enteramente, animando la escritura y la lectura
en la que nos miremos, no sólo a través de su habitual esplendor,
sino asimismo a través de la penumbra, donde esplende, sin que a
menudo lo advirtamos, el oro de los lastimados. [ 19 ]
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