Page 312 - Fricción y realidad en el Caracazo
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ficción y realidad en el caracazo
pinta parecían turistas. Comenzaron a tomarse fotos con
los policías y de fondo, las barricadas regadas sobre la au-
topista. También tomaron fotos de la gente protestando.
Mientras tanto, el chofer y un fiscal estaban metidos de
cabeza en el motor, para ver si la bicha prendía.
Por la autopista, hacia el este, a cada rato pasaban pa-
trullas de la PM y carros de la Guardia, volando y con la
sirena puesta. En el barrio la gente bajaba y subía. Otros
se quedaron como yo, mirando desde arriba.
Hubo un momento cuando la turba comenzó a tirar
piedras para la autopista y los gringos tuvieron que me-
terse en el carro. Los policías cargaron sus escopetas, dis-
pararon al aire y la gente retrocedió. Al rato prendió la
camioneta y arrancaron cuando yo pensaba que a esos
turistas los iban a linchar.
Yo no sé de dónde salían, pero cada vez había más
gente en la calle. Del barrio bajaron bastantes. Yo creo
que nunca dejaron de bajar. Había mujeres, también
niños, revueltos con los hombres que cerraban la vía. Des-
pués de que se fue la buseta, los del tránsito y la policía se
quedaron. Eran como diez.
Entonces, como a las cuatro y media, la gente co-
menzó a caminar hacia ellos, con los brazos levantados y
las manos abiertas. Me pareció que saludaban como Carlos
Andrés y creo que hacían eso para que los tombos vieran
que no llevaban piedras. Y les salió bien, porque tomaron
otra vez la autopista sin que la policía echara un solo tiro.
Fue cuando nos comenzaron a llamar.
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