Page 49 - Escritos de ayer y hoy
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Sin embargo, el capitalismo por la fuerza de la costumbre,
          por el peso de la tradición histórico-cultural, porque sigue te-
          niendo fuerza organizada político-militar y de masas que se
          resisten a morir, maniobra en todas las direcciones, patalea,
          surge y se reproduce como la mala hierba. Siempre surgen
          teorías, doctrinas y teóricos que lo justifican, bien sea forta-
          leciendo a la reacción o al reformismo, o desmovilizando a los
          pueblos y a sus organizaciones de vanguardia.
            A nivel del socialismo, de las luchas obreras y de liberación
          de los pueblos, en siglo y medio de combates contra la explo-
          tación capitalista y colonial se han logrado escribir las más
          hermosas páginas de la historia universal. Ningún otro sistema
          de explotación como el capitalismo ha sido tan combatido y
          resistido por los pueblos del mundo. Atrás quedaron las anti-
          guas luchas locales de los primitivos, los esclavos y los siervos
          de la gleba contra la omnipotencia esclavista y feudal. Hoy la
          lucha es planetaria, sin fronteras y de clases. El socialismo ha
          logrado importantes victorias en el plano de la teoría, de la po-
          lítica y de la organización de los pueblos. Desde la publicación
          del Manifiesto del Partido Comunista en 1848, por Marx y
          Engels, pasando por El Capital, la Comuna de París, las dos
          revoluciones soviéticas –1905 y 1917–, la Primera y Segunda
          Guerras Mundiales, la lucha contra el fascismo, la Revolución
          china en 1949, Vietnam, Cuba, Argelia, Nicaragua, y las lu-
          chas de los pueblos de África, Asia, América Latina y Europa,
          hemos visto los prodigios producidos por las grandes ini-
          ciativas de los luchadores comunistas, socialistas y demás
          revolucionarios.
            La profundidad de las distintas revoluciones acontecidas,
          los serios intentos por la redistribución de la riqueza en fun-
          ción de la justicia y la libertad, han dado los desarrollos reales
          en tan corto tiempo histórico; todo ello demuestra la vitali-
          dad de las ideas socialistas, del socialismo. Por supuesto que

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