Page 67 - Entre suenos y rochelas. Poemas y otros escritos
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El hermano que vuela
Para mi amado hermano Rafael
Yo tengo un hermano que vuela. Pero no con capas, ni de men-
tiras como en las comiquitas. Vuela de verdad. Desde que yo
estaba pequeñito lo he visto volar. Era su juego preferido. Entre
las nubes hacía piruetas, saltos y vueltas de canela. Volaba como
un papagayo. Igualito a los aviones de las películas que veía mi
papá.
Mi Hermano me llevaba a volar con él, y cuando íbamos de re-
greso a casa, me sorprendía con manzanas y chocolates.
Una vez me regaló una piñata amarilla. Era mi cumpleaños nú-
mero cuatro. Esa vez no volamos, nos fuimos caminando. En el
camino le pregunté: ¿Y por qué no me llevas volando? Me con-
testó que quería guardar fuerzas para la noche y así ayudarme a
apagar las velitas.
Poco a poco mi hermano fue perfeccionando su vuelo. Lo hizo
de tal manera, que se convirtió en un héroe nacional.
Nuestras paredes se fueron llenando de medallas, trofeos y con-
decoraciones. Todos en casa también volaban con él, pero solo
de orgullo, pues eran muy grandes para llevarlos a volar como
hacía conmigo.
Una vez tuvo un tropiezo que nos asustó mucho, pues pensamos
que no volvería a volar. Ese día voló tan alto, tan alto, que chocó
con una estrella, y al caer, rompió sus alas.
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