Page 174 - Entre suenos y rochelas. Poemas y otros escritos
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en un “tigrito” escondido,
hasta verlo zonzoreco,
por estar buscando huecos
donde no se le han perdido.
Entonces pues, el coleto
debe estar en un sitial
olímpico, celestial,
donde, de ajar, no sea objeto.
Cúmplase este fiel decreto
donde a todos se conmina
a acatar como doctrina
y no cual acta cualquiera,
pues después del ojo afuera
no vale terramicina.
La Guaira, 16 de mayo de 2020
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