Page 173 - Entre suenos y rochelas. Poemas y otros escritos
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pa’ que no le queden ganas.
              Y si reincide en tal acto,
              se le aprehenderá ipso facto
              para “que pague una cana”.

              Quien cuelgue un trapo desecho
              en ventana o tendedero,
              se le guindará un letrero
              exactamente en el pecho,
              donde recen sus derechos,
              deberes, y detenido
              será y cuando haya cumplido
              dos años en la mazmorra,
              se mandará pa’ la porra
              con su trapero podrido.

              Queda prohibido meter
              coletos en lavadoras,
              la pena es aterradora,
              sea hombre o sea mujer.
              Y a aquel que osase tender
              un coleto en un cepillo
              de barrer, un par de grillos
              se le tendrán preparados,
              pa’ que viva en “El Dorado”
              y lavando calzoncillos.


              Quien le abra un hueco a un coleto
              en el centro y meta el palo,
              podrá conocer lo malo
              que es violar este decreto,
              pues la pena a ese irrespeto
              es de año y medio metido



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