Page 123 - Entre suenos y rochelas. Poemas y otros escritos
P. 123
en casas de esas familias
que no tienen la bondad
de la gente campesina,
pues solo saben de lujos,
de maldad y de codicia.
Mas, llena de dignidad
y fuerzas, que no escatima,
siguió labrando su rumbo,
siguió mirando hacia arriba,
sin pararse en las derrotas,
sin pensar en las caídas
y sin olvidar su esencia,
ni a su madre, ni a su Villa.
¿Qué venderá esa señora
tan elegante y bonita?
Esa dama primorosa
que permanece allí erguida,
la de los labios hermosos,
la de la mirada límpida,
la que superó los miedos,
la que reventó las bridas,
es la del caballo blanco
que jugaba con la brisa,
la que iba por esos montes
deshojando florecitas
y llegaba a aquel ranchito
con su carita amarilla,
la que se fue con mil sueños
siempre mirando hacia arriba,
la que superó derrotas,
la que venció las caídas
y llegó a la Capital
123