Page 25 - El Credo de Aquiles Nazoa
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Mucho antes, muchísimo antes, ya había entrado
a la inmortalidad, desde donde nos mira a través
de todos sus cuadros por los siglos de los siglos.
El pintor me recuerda a quien lo eleva al altar de
su Credo, Aquiles Nazoa, porque los dos siempre
siguieron viendo al mundo con ojos de niños. El
mismo Picasso lo confesó en esta hermosa frase:
Yo pintaba como Miguel Ángel a los 15
años y he utilizado el resto de mi vida para
aprender a pintar como pintan los niños.
El mundo sería otro si todas y todos intentára-
mos, por lo menos, aprender esa lección: a pintar, a
mirar, a soñar o a garabatear como los niños.
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