Page 27 - El cantar del Catatumbo
P. 27
en el derecho internacional, en el que campea todavía
la impunidad a los genocidas, amparados por el poder.
George W. Bush es uno de ellos., para dar un nefasto
y clarísimo ejemplo.
Por primera vez, después de mucho tiempo, se hace
visible, por la potencia de esa unidad, la independencia
política del continente, donde antes el imperialismo
ponía y sacaba gobernantes a su antojo con la compli-
cidad vasalla de las clases dominantes y sus secuaces.
No obstante, aún quedan residuos retardatarios, como
los que provocaron la destitución del presidente Zelaya
en Honduras o de Lugo en Paraguay, y aquellos que
intentaron subvertir la voluntad popular en Bolivia o
destituir a Correa en Ecuador.
No son ya los imperios puntuales, sino toda la re-
acción internacional que agrupa tanto a los políticos, los
financieros, la prensa alquilona y los popes del mercado
neoliberal actuando en contra. La globalización ha di-
suelto en su magma informe los rostros de los enemigos
de la liberación de nuestros pueblos y no basta para
detenerlos la fuerza de nuestros Estados. Es necesario
extender esa resistencia a todos los sectores de la civi-
lidad para evitar que, ante cualquier cambio fortuito
en la dirigencia de estos países, se aborte o vulnere el
impulso histórico que, después de tantas postergaciones,
nos lleve hacia la unidad de América Latina.
26